Las palabras del viento (?)

<<El aire helado chocaba contra la persiana, movía las hojas y enloquecía a los árboles.
Desde que había llegado a aquella casa, no dejaba de temblar.
- ¿Está bien?- le preguntó el hombre de abundante barba.
La muchacha, de escasos diecinueve años, asintió, sin demasiada convicción. Se pasó una de sus delicadas manos por alguno de los finos mechones que le caían sobre los ojos. Tenía un pelo precioso, fino cómo el hilo de pescar, aunque de color azabache, La mayoría le caía sobre su espalda. La piel, blanca y pura como la nieve, parecía suave, mucho, a pesar de que la gran parte de su cuerpo se escondía bajo una ancha chaqueta de color granate.
- Ahí arriba esta el altillo.
Ella, sin hacerle caso avanzaba pasando su mano derecha por encima de la madera que recubría los muebles antiguos que adornaban el recibidor.
El olor a cerrado y a humedad le inundaba los pulmones, le tapaba las fosas nasales...
Pequeñas motas de polvo flotaban por el aire, creando formas, travesando los rayos de sol que se colaban por las lamas rotas de la persiana.
Había pasado mucho tiempo desde su última visita. La ''tía'' Lourdes nunca había sido vista con buenos ojos por ninguno de sus hermanos.
Ella, Jenn, la había visto en un par de ocasiones, generalmente en funerales y encuentros del mismo estilo.
Su muerte había sido repentina. Más que repentina, insospechada y falta de motivos.
- ¿Qué ocurrió?- dijo Jenn mediante un hilo de voz.
El hombre no dijo nada, no respondió a su pregunta. Se aclaró la garganta, para captar así la atención de aquel extraño.
- ¿Perdón?- dijo él pasándose una de sus grandes manos por el grasiento pelo.- ¿Me ha dicho algo?
- Sí, ¿qué le pasó?
El hombre paseó por el comedor, haciéndose el interesante, para que Jenn ansiara, de algún modo, su respuesta.
- Es para hoy, ¿eh?- espetó la muchacha.
- Son muchos los que dicen que un demonio había poseído a la Señora.
- ¿Cómo?
No entendía nada. >>

Bueno, pues aquí os dejo un fragmento de lo que he estado escribiendo esta mañana.
Espero que os guste.
En un rato... MÁS