25. En la biblioteca huele a chamuscado ;)

Huele tan bien... Libros, libros y más libros, por todas partes. Me encantan. Miro las estanterías de la parte derecha, paso los dedos por cada una de aquellas vidas escondidas y cercadas, notando como su energía, que es completamente única y especial, traspasa mi piel. Todos tienen colores diferentes, tapas duras, blandas, de bolsillo, con letras más grandes y otras más pequeñas...
Uno de ellos me llama la atención, es una novela, no muy larga, tendrá unas trescientas páginas, es delgado, Momo de Michael Ende. Su portada es suave, de color naranja-amarillento y marrón no muy oscuro. Es bonito. En ella hay el dibujo de una niña, de espaldas, con el pelo corto y gabardina.
- ¿Lyss?
El libro se me cae al suelo, no le había escuchado entrar. Me agacho, pero ya esta su mano recogiéndolo.
- Así que Eiliv... El inmortal vanirio, cansino y tocapelotas. ¿No te cansas de ir detrás mío como si de un vulgar chucho se tratase? Ah, cierto... Seguro que estas acostumbrado a que te traten como a un animal, o eso- lo miro de arriba abajo- parece.
- ¿Y tu? ¿Siempre has sido tan venenosa como una víbora?
- Solo cuando me conviene.
Acerca su rostro al mío, puedo notar perfectamente como su piel caliente me roza, y como su aliento choca contra mi boca. Intento apartarlo, pero es entonces cuando suelta un débil gemido, que me inquieta.
- Tenia muchas ganas de volver a escuchar las palabras que es capaz de  crear esa lengua viperina que tienes, valkyria. Es tan...
No puede acabar la frase, un gruñido se le atraganta al separarse de mi. Un pequeño chispazo no le va mal a nadie.
Levanto la mano, y le enseño el dedo índice, del cual salen diminutos cordeles chisporroteantes, llenos de luz y fuerza.
- Joder, Lyss...
- Así me gusta, vas aprendiendo. Lyss, no valkyria, eso... Caca. Ahora que ya sabes mi nombre, no me llames como no debes o la próxima vez te chamusco tus partes nobles, guerrero.