7 abr 2014

Descargas contenidas. Lyss 22.

- No me hagas reír, colmillitos. Sabes muy bien que no lo harás.
- ¿Probamos a ver?- le digo, mientras echo la silla para detrás y me pongo en pie.- Yo estoy preparada, ¿y tu? No saldrás corriendo, ¿no?
Las diminutas descargas no dejan de bailar sobre la palma de mi mano, juguetonas y con ganas de saltar. Él las observa, hipnotizado, como si fuera un tesoro lleno de joyas y oro.
- ¿Se te ha comido la lengua el gato, colmillos?
- A lo mejor has sido tu quien te la has comido y me has dejado sin.- dice mientras me guiña uno de sus árticos ojos.
- ¡Já! No me hagas reír, ya te gustaría.
Amish, vuelve a agarrarme del brazo y me tira para detrás, haciendo que caiga, de nuevo, de culo sobre la silla.
- Lyss, es suficiente. No montes el numerito.
- Pero...
- Nada de peros, calla ya.
Le lanzo una mirada de las que congelan el infierno, pero me ignora. El vanirio sonríe, creyéndose triunfador por el primer asalto.
- Eiliv, siéntate, déjate de tonterías. Pareces un crio, eres peor que Ángel. Ella aún es capaz de comportarse.
Le saco la lengua, como si fuera una niña pequeña y escucho como Stephen se ríe.
- Ha estado bien, ¿verdad?
El rubio asiente, dejando que sus preciosos rizos se muevan a la vez que lo hace su cabeza. Arriba y abajo, como muelles.
La gente acaba de entrar y la cantidad de luz desciende. Aunque se puede ver a la perfección, sobre todo la manera que tiene 'Eiliv' para mirarme.
Jae se aclara la garganta, bebe un sorbo de agua y procede.
- Como todos sabéis, el Ragnarök se acerca. La batalla contra los elfos oscuros no es más que el inicio. Por ese motivo estamos aquí reunidos. Para dar la bienvenida a nuestros amigos.- hace una breve pausa, dejando que los cuchicheos se apaguen.- Hermanos, los dioses nos han bendecido con la ayuda de einherjars y valkyrias, hijos suyos, hermanos nuestros al fin y al cabo. Están aquí para ayudarnos, para que les enseñemos como es la vida en estas tierras y a lo que nos enfrentamos. Por eso, antes de todo, debemos consagrar esta unión entre el Asgard y el Midgard.
Jae chasquea los dedos y frente a todos nosotros aparecen cálices de cristal, con una filigrana de plata que forma delgadas olas, llenos de hidromiel, la ambrosía de los dioses.
- Alzad vuestras copas si os unís a mi en esta causa. Brindo por la llegada de estos magníficos seres y por la prosperidad que llegará en no mucho tiempo.
Todo el mundo asiente y obedece a las palabras de la líder, alzan las copas, brindan y beben el delicioso líquido que en ellos se guarda.
 
Después de 21 entradas hablando sobre Lyss y, en alguna que otra, sobre el vanirio Eiliv, por fin sabéis cual es su nombre. Espero que os haya gustado. Luego... Más.

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