9 may 2014

57.Lyss

Todo va sobre ruedas, por lo menos nadie interviene en nuestro trabajo. Los postres están en el horno, el pesto se esta acabando de hacer..
- Lyss, necesito esos cazos.- dice el vanirio señalando el que tengo en las manos.
- Pues te buscas otro, este es mío.
- No es tuyo.
- Bueno, no es de mi propiedad pero lo estoy utilizando yo, ¿no lo ves? ¿o es que se te ha nublado la vista de tanto tocarte?
No hace caso a mi comentario. Antes lo digo, antes viene a joder, maldito bastardo...
- Cuando acabes, me lo traes. ¿Entendido?
Ahora soy yo la que ignora sus palabras, no tengo ganas de mirarlo a la cara. No después de lo que ha hecho.
- ¿Entendido?
- Qué sí, cansino. No soy sorda, con que me lo digas una vez ya me basta.
Se va, y es cuando Egil aparece detrás de mi, que estaba cogiendo los espagueti para poder hacer la pasta. Tengo las manos cerradas en puños, de manera que la presión hace que se pongan rojas. ¡Qué ganas de cerrarle la boca! Al final acabaré cogiéndole manía, o ya se la tengo.. Tal vez.
- ¿Todo bien?
Asiento sin mucha gana, pero aún así lo hago.
- Los ojos de nuevo...- dice preocupado.
- Normal.
Me centro en llenar de agua el recipiente para poder hacer la pasta, me acerco a la vitroceramica, y es cuando la veo. Esta ahí plantada, junto a la puerta, saludándole. Tengo la olla entre las manos, y veo como algo de vapor escapa de ella.
- Creo que ya no necesitas el fuego, princesa.- me dice Egil. Toma mis manos entre las suyas, a riesgo de lastimarse, y hace que la deje sobre la encimera.
Me agarra de la cintura y hunde mi cara en su pecho, con tal de que no sufra esa pequeña y calculadora humillación.
- Suéltame...- le susurro.- Necesito achicharrarla como si fuera una anca de rana, joder que asco.
- Tranquila. Ya habrá tiempo para todo.
Me besa el pelo y luego lo acaricia.
- Se más fuerte que ellos, demuéstrales que no eres una debilucha.- susurra.- Yo se que no lo eres, hermosa valkyria.
Me llena de fuerza, no entiendo como ni por que me pasa esto. Pero simplemente voy a aprovechar la oportunidad. Separo nuestros cuerpos, y cuando noto como nos observan pongo mis manos a cada uno de los lados de la cara del víkingr y lo beso.

Vaya, vaya, vaya... El vanirio lo va a pasar mal. ¡Qué se aguante!

2 comentarios:

  1. ooooooo cada día me enamora más Egil!!!! Que se aguante el colmillos, se lo merece!!!

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    1. Jajajaj hace unos días estabas enamorado del colmillos y ahora ya lo quieres linchar jajaja Anda que... <3 Guaapaaa la minina que comenta todo jaja

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