9 may 2014

58. Lyss

Una oleada de sensaciones se ha estampado contra mi como si fuera un rayo en una tormenta. La dulzura de este hombre, el cariño que se escapa por cada uno de los poros de su piel... Es impresionante.
- L... Lyss...- el guerrero me esta mirando con los ojos abiertos, como si fueran platos, o como si hubiera visto un fantasma.
- Por lo que más quieras... Necesito que me abraces.- le susurro al oído.- Hazlo.
Obedece mi orden, y me apresa contra él, como si no me fuera a dejar caer nunca. Uniéndonos en cuerpo y alma, creando un vínculo extraño, pero a la vez delicado y sencillo.
Siento una mano sobre mi hombro, tocando mi piel, pero no es suya, no es Egil quien me toca. Qué cojones has hecho, valkyria. ÉL. Esta dentro de mi cabeza, una vez más. Me separo del ángel, y le doy un manotazo a Eiliv.
- No me toques, sucia rata de cloaca.- le amenazo.- Si lo vuelves a hacer acabarás más chamuscado que las patatas que hay en el aceite hirviendo. Sabes que puedo hacerlo.
No te pases, Lyss. Por favor..
Lo miro, sin ganas y sin apenas parpadear, llena de rabia.
- ¿Lo has entendido?- digo, casi gruñendo.
Por los dioses... No me hagas pasar por esto, no soporto ver como te toca.
Estoy alucinada, ¿¡cómo se atreve a decirme eso!?, pienso.
- Como sigas así te arrancaré la lengua y se la daré de comer a los perros. Cha dèan, cianoil choin.- déjame en paz, perro asqueroso.
- ¿'N deíd thu lium, mo álainn?- dice el vikingo, ¿vendrías conmigo, mi chica hermosa?
- Claro...
Me coge de la mano, y salimos, dejando a medias la comida.
- Ahora os apañáis vosotros.- le digo a la vez que tiro una de las espátulas directamente al cogote de Eiliv, quien la atrapa sin apenas dificultad.
La rubia, al ver que vamos a pasar por delante de ella, se echa hacia atrás, con tal de que no pueda pegarle un chispazo esta vez. Pero no será eso lo que pase, sino que caerá de morros en cuanto intente andar, una delgada cuerda de luz le envuelve los tobillos, de forma que ella no pueda notarlo.
Sonrío, victoriosa. Esta vez he ganado yo.
Miro a mi compañero, quien aún me agarra de la mano, con fuerza y firmeza.
- Gracias.
- No hay de que, princesa.
- Lamento haber sido tan impulsiva... Perdona si te ha molestado el beso...
- ¿Estas de broma? Haber podido rozar tus labios ha sido lo más dulce que he probado jamás, la ambrosía y el hidromiel se quedan cortos a tu lado, cielo. Ha sido un placer.- dice sonriendo, aunque en sus ojos puedo ver un ápice te tristeza. ¿Por qué?
La puerta aún no se ha cerrado, y podemos escuchar ligeramente lo que dicen. ¡PUM! La rubia de bruces al suelo.
- Mada-ruadh...- zorra, dice el vanirio de pelo blanco.
Egil, movido por la fiereza de su interior, sale corriendo y lo atrapa por el cuello, dejándolo suspendido, sin que sus pies puedan tocar el suelo. Voy tras él, para verlo todo bien.
- ¿¡Qué te crees que estas haciendo, chupasangres!? Vuelve a insultarla y no lo harás nunca más, ni a ella ni a nadie.- lo mira con dureza, tiene unos pequeños colmillos que le asoman bajo el labio relucientes, acechando.- Te las verás conmigo, capullo.

¡Me encanta este víkingr! Eiliv me da pena, pero es lo que hay, que se deje de rubias y se centre más en lo que debería.

1 comentario:

  1. OMG!! Egil se enfada y saca toda su fiereza para defender a Lys!!! madre mía quiero más minina!! Eiliv se lo ha ganado!!! De momento Eigil 1, Colmillos 0 jajjaj

    ResponderEliminar

¿Tienes algunda duda?¿Quieres dar tu opinión? ¡Deja tu comentario! No muerdo ;)