“Ciudad. Hora pico. Hombre de 30 años vestido con traje, corriendo por la calle abriéndose paso entre la gente”
Querido diario:
Hoy será uno de esos días que no voy a olvidar. Está mañana me he despertado a las cinco porque tenía que llegar temprano a la oficina. Bese suavemente a mi esposa para no despertarla y me fui. Trabaje toda la mañana en un nuevo caso para el que me contrataron, hasta que a las doce y diez sonó el teléfono.
Estaba llegando. Sofía estaba llegando.
Deje los papeles que estaba leyendo y corrí a los ascensores, pero no llegaban así que baje las escaleras de dos en dos. Cuando salí a la calle recordé la hora que era. Todo el mundo estaba saliendo a comer, o algunos incluso ya estaban volviendo a sus trabajos. Las calles rebosaban gente y los autos no avanzaban de a un centímetro. Así que hice lo único que me quedaba y corrí. Me abrí paso entre la gente a empujones y muchos me insultaron pero no me detuve.
Cuando llegue al hospital pregunte por mi esposa y corrí a la sala de partos. Me detuve en el umbral de la puerta y sentí como el tiempo se detenía. Me acerque lentamente como si tuviera miedo de que todo fuera un sueño y si me movía demasiado me despertaría.
En brazos de mi mujer se encontraba la beba más hermosa que había visto. Pase un brazo por los hombros de mi mujer y vi como sonreía. Me volví hacia mi hija y sentí como una lagrima corría por mi mejilla.
Nota: Si pueden los participantes dejen el link de sus entradas en un comentario así yo y el resto de lectores y participantes podemos leerlas. Muchas gracias!
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