12 may 2014

61.Lyss

No dejo de correr, algo me persigue. Esta todo oscuro y apenas puedo ver nada. Chasqueo los dedos, en busca de un rayo que me ilumine el camino. Pero nada, tiene el mismo efecto que intentar encender una cerilla estando mojada.
- Puñeta...
Las ramas crujen bajo mis pies, magullándolos, haciendo que cada vez tenga menos velocidad. Mi respiración es agitada, ya no solo por el esfuerzo físico sino también por el terror. No se que es lo que viene detrás, solo se que le temo, que no puedo pararme o algo malo ocurrirá. Sigo corriendo, atravesando el bosque como puedo, ramas, arbustos y troncos ocupan mi camino, impidiendo que pueda pasar con rapidez.
Giro la cabeza, miro hacia atrás, las piernas me fallan, un tronco en medio y... ¡PATAPAM! Al suelo de boca, será el karma, por haber hecho que la fulana cayera.
- Joder..- digo alargando la 'r'.
Algo más oscuro que el resto se esta acercando a mi, no esta a mucha distancia, pronto llegará y no habrá cómo volver atrás.
- Pequeña, no puedes escapar.- dice una voz ronca, probablemente provenga del ser que se aproxima.

Sobresaltada me despierto en mitad de la noche. Me pongo la mano en el pecho, y luego me la paso por el pelo. Estoy sudando y el corazón aún me late más rápidamente que antes, y eso que parecía que se iba a escapar. Me siento en la cama, intentando relajarme. No ha sido más que una pesadilla. Un horroroso sueño que ha hecho que me vuelva loca. Miro hacia el otro lado de la cama, y esta Egil, mi estimado guardián. ¿Quién sería el hombre que me perseguía?

- Ya vuelves a estar aquí, pequeña chispas. Me alegra mucho saber que no te has lastimado. Tal vez un poco el tobillo, pero tranquila, se curará, sobre todo si bebes de mi sangre.
- N...No.- susurro sin apenas fuerza.
- Tranquila...- dice a la vez que cierra mis ojos.
No puedo moverme, intento abrirlos y algo no me deja que así sea. Apenas puedo hablar. El hombre de la voz ronca me lleva en brazos, me tiene cogida como si no fuera más que un recién nacido.
Huele a bosque, a oscuridad y peligro, es atrayente, duro. Noto sus músculos clavados en mi espalda, sus brazos son fuertes, y su pelo largo, tanto que casi le llega al pecho incluso más abajo, o eso adivino. Algo metálico choca entre sí, creando un tintineo a cada paso.
- Ahora eres nuestra, espero que seas educada, y cuando despiertes des la bienvenida que se merecen a tus nuevos señores.- dice haciendo énfasis en la última palabra. Me aterra lo que este hombre o ser o lo que mierdas sea pueda hacerme. ¿Qué querrá decir con la bienvenida que se merecen?

- Lyss, Lyss.
Me agarra del hombro, aprovechando para moverme un poco.
- Despierta, ¿estás bien?
- Oh, por los dioses...
Me abrazo a él, necesito su calma.
- Ha sido una pesadilla, un sueño horripilante. aún tiemblo...- digo a la vez que levanto la mano para que pueda ver como se mueve.- Parece que tenga Parkinson, joder.
Apoya su cabeza sobre mi coronilla, y deja ir un soplido que mueve mi pelo.
- Bueno.. La próxima vez, despiértame.
- ¿Cuándo has llegado?
- Hará cuatro o cinco horas. Estuve paseando con Tyra.
- Ajá... Esta bien, supongo.
- Tiene algo especial, creo, aunque aún me falta tiempo para poder confirmar mi teoría.
- Es muy única, pero de eso ya te darás cuenta tu solo. Tranquilo, no tardarás en hacerlo.
Agarro uno de sus mechones y tiro de él un poco, acariciándolo.

2 comentarios:

  1. espera espera espera.. y ese sueño mininaa?¿ no dejas de sorprenderme! me encanta!!

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    1. jajaj Sigue atenta a la entrada, o entradas de hoy, a ver que pasa ;)

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