<<Un sudor frío empezó a recorrerme la nuca, podía escucharle a la perfección, los pasos galopantes de su caballo se clavaban al suelo, deshaciendo a su paso el asfalto. Giré levemente la cabeza, y allí estaba, estaba viéndole, las pezuñas envueltas en llamas brillaban a lo lejos del camino, acompañadas del humo que se desprendía. En un abrir y cerrar de ojos, una inmensa y opaca niebla empezó a esparcirse por delante de mi, sin dejar que viera más allá de donde me encontraba. El caballo, cogió velocidad, no quedaba mucho para que llegara a mi posición, pero yo ya no podía correr más, las piernas me fallaban, me dolían las rodillas y apenas me quedaban fuerzas con las que aguantarme de pie. Era su próxima víctima.
Miré al horizonte, o a lo que creía que lo era, buscando algo que me diera la esperanza suficiente para luchar contra mi desastroso destino, ¿pero que iba a hacer que el jinete se detuviera? Nada. Inesperadamente, algo se cruzó en mi camino, haciendo que cayera de bruces contra el suelo, rasgandome las piernas y parte de la brabilla.
- Mierda.
Intenté ponerme en pie, se estaba aproximando, no me iba a dar tiempo, así que a duras penas me arrastré por el suelo.
Iba montado sobre un hermoso corcel blanco, de ojos rojos y crin grisacea. Tenía algunas manchas rojas en su pelaje, probablemente por la sangre de las anteriores víctimas de la Muerte. Recorrí con la mirada todo su cuerpo, llevaba un traje militar del siglo dieciocho, rojo y negro, botas, y una gigantesca hacha.
Empecé a temblar, la sangre se me había helado, el corazón se desbocaba con cada uno de los pensamientos que lograban cruzarme la mente, intentando escapar de aquella fatídica escena. ¿Y su cabeza? Había oído muchas historias sobre él, sobre su... Falta, ¿cómo un hombre podía seguir vivo sin una cabeza? Aquello hizo que una asquerosa arcada llegara hasta lo más alto de mi garganta, amenazando con dejar escapar la poca comida que había ingerido aquella noche.
Estaba a menos de dos metros más allá de mi. No me lo podía creer, ¿porqué ocurrían aquellas cosas? ¿Porqué Sleepy Hollow? ¿Por qué yo?
Cerré los ojos, esperando mi final, unas cuantas lágrimas descendieron por mis mejillas y acabaron por morir en el suelo, justo como acabaría yo. Elijah Crane. >>
Como habréis podido ver, esta basado en la leyenda de Sleepy Hollow y demás. Espero que os guste mucho.
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